Divas primero por favor.

Toca un cambio radical de tema en el panorama.
Si bien ayer os hablaba del "desarte", hoy os hablare del arte sobre dos mini piernas y metro sesenta y ocho de estatura.
Digamos que es posiblemente la modelo más conocida dentro de la esfera global, porque, vamos a ver, quien no ha oido hablar alguna vez en su vida de la estrepitosa Kate Moss?
Esta rubia de ojos avellana, la anti-modelo del siglo XX, ha sido la cara más conocida de esta última década, y la única top model aún con ese título y en activo señores.
Con una hija a su cargo (preciosa, por cierto) y sus 35 años que dan más guerra que nunca (esas patas de gallo son reconocibles a metros de distancia) Cocaine Kate, apodada así por su ya más que conocida afición al polvillo blanco, sigue presente en todas las campañas que salen a la luz, en todos los eventos organizados por los más prestigiosos diseñadores, y en la cumbre de cotilleos y rumores de toda la prensa rosa.

Pero hemos de reconocer su valor, después del hundimiento de su carrera cuando se conoció su, más que gritada a voces, "afición" , consiguió salir del paso y remontar hasta la cumbre.
¿Cuánta gente es capaz de alardear de eso?

No amigos no, Kate no es solo una yonki más con suerte (uniendose al elenco de su amiga Amy Winehouse), Kate ha cambiado los parametros de la moda, del estilo y de la imagen de este nuevo siglo.

Es la nueva reina del arte de la calle.